FORO DE LA COLONIA
El foro de la colonia se extendía en la parte baja de la ciudad romana. Se trataba de un conjunto de edificios y plazas porticadas que se sucedían y que alojaban el culto religioso, las actividades jurídicas y políticas, el comercio… en definitiva, el auténtico centro neurálgico de la colonia. El inicio de este espacio hay que situarlo a finales de la República (I a. C.), con una vida dinámica que llegaría hasta mediados del siglo IV d. C., cuando se documenta el derrumbe de algunos de los edificios.
LA BASÍLICA
La basílica de la colonia de Tárraco es uno de los edificios más relevantes. Al igual que en otras ciudades del imperio romano, la basílica acogía importantes actividades de la vida social y económica, y era centro político, jurídico y comercial de la civitas. Construida en época de Augusto, la basílica de Tárraco experimentó diversas reformas y ampliaciones a lo largo de sus más de tres siglos de existencia.
PLAZA PORTICADA
La basílica presidía en la vertiente norte una gran plaza porticada rodeada de espacios comerciales (tabernae). Las excavaciones llevadas a cabo en los años 30 del siglo XX permitieron recuperar numerosos pedestales epigráficos, esculturas y fragmentos de decoración arquitectónica que permiten caracterizar este monumental espacio, construido en época de Augusto. Esta plaza foral era el auténtico corazón económico y político de la colonia, lugar de encuentro de los magistrados y ciudadanos romanos.
RESTOS ARQUEOLÓGICOS
Gracias al análisis de los restos arqueológicos que se conservan in situ en el yacimiento, así como del estudio y análisis de centenares de fragmentos arquitectónicos (columnas, capiteles, frisos, arquitrabes…) los arqueólogos han podido restituir el alzado y el volumen espacial de la basílica de Tárraco con precisión.
AEDES AUGUSTI
En el lado de la fachada norte de la basílica se construyó una sala de enormes dimensiones cuyo espacio alojaba una escultura vinculada al culto imperial. Se trataba del aedes augusti o curia de la colonia. En este espacio se reunían los magistrados de la ciudad y era donde tenían lugar juicios u otras actividades vinculadas con el gobierno de la colonia romana. Se construyó en época de Augusto (principios del siglo I d. C.), pero padeció diversas reformas posteriores, destacando una durante el gobierno de Adriano (siglo II d. C.).
ALTAR DE LAS VICTORIAS DE AUGUSTO
Encajada entre la basílica y el templo capitolino, en época de Augusto se construyó una plaza porticada que los arqueólogos han identificado como el Altar de las Victorias de Augusto o chalcidicum de culto imperial. El hallazgo en los años 30 del siglo XX de diversos fragmentos escultóricos de distintos bárbaros sometidos ha sido adscrito a la presencia de un gran friso en el que se representa la diosa Victoria que, en representación de Roma, somete unos pueblos cautivos.
EL ERARIO
Al lado del chalcidicum de culto imperial se documentó un edificio de dos plantas y una sala de gruesos muros con cuatro depósitos subterráneos realizados con grandes losas que todavía hoy en día conservan los anclajes para las cubiertas de cerramiento. Este espacio es el aerarium o la sala del tesoro público de la colonia; el espacio donde se guardaba el dinero que gestionaban los magistrados de la ciudad romana.
LA PLAZA DEL CAPITOLIO
El capitolio o templo capitolino de Tárraco constituía uno de los espacios cívico-religiosos más relevantes de la colonia romana. El templo presidía una gran plaza porticada que constituyó el origen urbanístico del foro de la colonia de Tárraco, un espacio en el que los ciudadanos de la ciudad realizaban ceremonias y liturgias religiosas o transacciones comerciales o se llevaba a cabo el gobierno de la ciudad.
EL CAPITOLIO
El capitolio fue uno de los primeros templos en construirse en el foro de Tárraco. Se trataba de un edificio religioso estructurado en tres cellas o salas, en las que debían de residir tres de los dioses más importantes para la sociedad romana: Júpiter, Juno y Minerva. El templo sufrió diversas reformas y ampliaciones. Gracias a los restos arqueológicos y arquitectónicos documentados, se ha podido caracterizar cada una de estas fases con relativa precisión.
LAS 3 FASES DEL CAPITOLIO
El capitolium de Tárraco padeció tres fases sucesivas de monumentalización a lo largo de los años. Manteniéndose la estructura básica de un templo sobre un podio, este templo presidía una primera plaza forense republicana que evolucionó en paralelo al edificio religioso. El primer templo era tetrástilo de triple cella (siglos II-I a. C.).
En la segunda fase, el capitolio se dotó con seis columnas en la fachada, levantado con sillares, de triple cella y pórticos laterales (49 a. C. ca.).
La tercera –y última fase– del templo capitolino contaba con ocho columnas de fachada y muros laterales de pilastras (122-123 d. C. ca.). Cada una de estas fases se asocia a un acontecimiento relevante de la historia de la ciudad, como la presencia de César en la segunda fase o la del emperador Adriano en la tercera en Tárraco.
EXCAVACIONES DEL CAPITOLIO
Entre los años 2003 y 2004 el Laboratorio de Arqueología de la Universidad Rovira i Virgili llevó a cabo dos campañas de limpieza, dibujo y excavación de los restos de la plaza de las estatuas que había descubierto Hernández Sanahuja, y en la calle adyacente, estudiada por J. Serra i Vilaró. En estas intervenciones arqueológicas se identificaron los restos de un gran podio levantado con muros de hormigón que fue excavado i dibujado por el sacerdote, pero sin interpretarlo. Este podio quedaba delimitado por un muro grueso de sillares, ahora desaparecido, pero que había dejado visibles las imprentas de sus bloques. Estos restos han sido identificados como el capitolium de Tárraco.
EXCAVACIONES DEL FORO
El crecimiento urbano de Tarragona a principios del siglo XX motivó que en los años 30 el arqueólogo J. Serra i Vilaró llevara a cabo una serie de intervenciones en las que se documentaron centenares de materiales de todo tipo: pedestales epigráficos, esculturas, relieves, fustes de columnas, capiteles, arquitrabes… esta fotografía de esas fechas ilustra la gran riqueza arqueológica del yacimiento.
ESCULTURAS Y PEDESTALES
Una ingente cantidad de pedestales epigráficos y esculturas documentadas en el foro de la colonia permite al arqueólogo reconstruir la dinámica actividad social, política, económica y religiosa de las plazas del recinto foral. Gracias al estudio minucioso de los textos epigráficos o del conjunto de esculturas es posible reconstruir los aspectos más cotidianos de la vida del corazón de la colonia.
LA CALLE
Para la reconstrucción del sistema de calles contamos con un gran número de excavaciones realizadas en el sector intramuros que permite restituir una malla ortogonal regular. Se trataba en líneas generales de una trama de ínsulas de 35 x 70 metros (1 x 2 actus) separadas y articuladas por calles de 5,9 a 6 metros de ancho, que equivale a 20 pies romanos. Estas calles tenían sofisticados conjuntos de alcantarillados, pozos negros, porticados y todos los elementos propios del urbanismo clásico romano desde la fundación de la colonia en época republicana (siglos II-I a. C.) hasta las transformaciones de la antigüedad tardía (siglo V d. C.).